viernes, 11 de noviembre de 2011

Zapatillas con CAÑA



"Dicen que cuando pasas de la adolescencia a la juventud es una de las etapas más difíciles de la vida del ser humano, cuando pasas a descubrir lo que es el amor de quinceañeros, o el comienzo de los descubrimientos sexuales, el fumar a escondidas de los padres y el primer indicio de la futura independencia.
Pero al parecer la etapa más compleja de la vida no se vive ni en la pubertad, ni cuando cumples los 18. Porque los mayores errores en la vida se cometen cuando ya somos “adultos”. Si, entre comillas.
A través de la historia, los mayores conflictos en grandes artistas, deportistas, amigos y conocidos, se da después de los 25 años, quizás se deba a una adolescencia perdida, al miedo de la decepción de los padres que buscaban que fueras un profesional, o a la simple depresión post independencia.
Lo demostraron recientemente los jugadores de la selección chilena de fútbol, que sin ni siquiera tener un título profesional, tienen todo lo que cualquier simple mortal desea materialmente, solo por pegarle bien a una pelota, pero con tanta pelotazo parece que ellos pasan a ser la pelota, o más bien, arriba de la pelota. Y es ahí cuando nos damos cuenta que el común denominador de todos estos casos es siempre el mismo, el maldito alcohol, que hace que las personas cometan errores, pierdan los estribos y muchas veces se denigren por años.
Jim Morrison, Kurt Cobain y la mismísima gran voz Amy Winehouse (Apellido que irónicamente se podría traducir en La Casa del Vino) murieron en una edad clave, los 27 años, y otra vez de por medio hubo drogas y el causante de todos los males de la humanidad, el trago.
Podríamos denominar a estos chicos caídos al arte de la botella, como la edad de las “Zapatillas con Caña” (Para la señal internacional, dícese “caña” el termino chileno para la post fiesta, la famosa resaca), jóvenes que desperdiciaron todo un talento quizás por culpa del cero apoyo familiar, al rechazo de la sociedad, o a la soberbia misma, con lo cual quedaron solos y a merced de la dañina compañía de una copa de vino, una lata de cerveza o una botella de Vodka.
Todos alguna vez hemos caído en la edad de las “Zapatillas con Caña”, el problema está en no quedarnos pegados en una etapa que puede acabar con nuestros sueños, y lo peor aun con nuestras familias y propias vidas.
Pero si debemos tener en cuenta que todos tenemos tejado de vidrio, y que todos nos podemos poner estas zapatillas ya sea a los 15, a los 27, a los 35, e incluso en la vejez, todos podemos caer en esta edad. Termino de escribir esta nota para la reflexión con una Bud en mis manos. ¡Whatssuuuuppppp!."

Claudio Seguel - Redactor Creativo - @cuentosdeseguel

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