lunes, 4 de abril de 2011

LA HISTORIA DE PABLO SCHWARZ

"Esas zapatillas negras en particular me recuerdan dos cosas que si bien no son recuerdos llenos de aventuras dignas de una novela son mis recuerdos reales, con poca o nula ficción. El primero de ellos me lleva al norte del Uruguay, a Chuy, que también es curiosamente el sur de Brasil. Pueblo feo como Calama, zona franca, compra-venta de todo lo imaginable, (e imagino que de lo inimaginable también), donde comprara esas zapatillas "Converse" negras (y otras verdes para Antonia) en algo así como diez lucas chilenas. Yo andaba con otras zapatillas de lona; unas blancas, destruídas por dentro y por fuera, por lo que decidí comprar este nuevo par: Chuy o Chui en su mitad brasilera, es, como decía, feo como la intendencia del Bío-Bío pero a diferencia de ésta y sus truculencias momiales, muy entretenido y lleno de restaurantes, locales comerciales de cuanta basura china y latina se pueda imaginar. Computadores de cuarta a precios ídem,ropa horrible, muchas pelotudeces de cuero de vaca, kioskos que venden todo lo necesario para cebar un mate, música reggeatonera-pop-synt-mierda, y este pueblo que en su calle principal posee una línea dibujada en el piso, en el eje de la calzada, que señala la frontera brasilera-uruguaya. Es muy curioso como uno puede estar, literalmente, con un pie en un país y otro en otro. Con monedas distintas, lenguas distintas, diferentes culturas, olores, tipos, códigos,tradiciones. Y sin campos minados. Pensaba en el norte de Chile y sus explosivos ocultos en la arena en las fronteras con Perú o Bolivia o Argentina. Bombas puestas por milicos ineptos que olvidaron dónde las sembraron para no poder rescatarlas y desactivarlas nunca jamás. Los milicos, reflexiono, se cagan en su gente y sus fronteras. De la luz kitch de la Navidad en Chui, a la oscuridad de la desconfianza en la tierra de nadie entre La horrible Tacna y la fea y arribista Arica. Qué desperdicio de buenas fiestas si Arica fuese fifty-fifty peruano chilena (aunque le corresponda por decencia al Perú).
En Chuy uno va para allá y de regreso sin pasaportes, ni carneses tercermundistas, ni controles de guerras inexistentes.Uno simplemente va por el planeta, por ese trozo de sudamérica de manera libre. En Chuy el sol y la lluvia juegan sin parar, dándo uno paso a la otra constantemente en su danza climática subtropical templada. Y la gente confía en su vecino. "Negro de mierda" es algo que nunca oí, corroborando que no estaba en una frontera trazada por Chile a punta de invasiones o tratados de altas cumbres que dividen, incluso, las aguas.
Si pueden, vayan y conmpren un par de zapatillas a diez lucas, ocho sin boleta, cómanse un bife gigante,un millón de litros de cerveza, y vean cómo estando en Uruguay, al mirar a la vereda del frente, todo cartel estará en portugués, todo valor en reales, todo en otro país.
La otra historia, la acabo de olvidar."

fotos tomadas por @edurock

4 comentarios:

  1. Me gustó, siempre me ha gustado, pero no cachaba que estabai tan intenso...y todo desde l ahistoria de las converse...

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  2. sos un grande schwarz!

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  3. Marce Balladares4 de abril de 2011, 8:34

    Bien punky la pose.

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  4. Increíble Pablo Schwarz, es un groso, me encanta!

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